La mente: El primer objetivo que tenemos es enfrentarnos a nuestra mente, pasar de no ser conscientes de nuestros movimientos a volverlos más conscientes, más aún cuando no estamos haciendo ejercicio.
La respiración: El segundo aspecto es aprender a respirar de manera adecuada. En CorreMiTierra y Runner Style tenemos un e-book de respiración donde explicamos los diferentes tipos de respiración, de acuerdo con el momento que se requiera.
La postura corporal: Contar con una estructura corporal adecuada, erguida empieza por tener una buena postura de pies a cabeza.
El “braceo y la zona core”: se dice que un runner empieza corriendo con los pies, después, cuando se han desgastado, se corre con la zona “core”, se apoya con un buen movimiento de los brazos ―lo que se llama braceo―, y por último se corre con la cabeza y con el corazón.
La pisada: El tipo de pisada, seas pronador, supinador o neutro, tendrá gran incidencia al correr, por eso a la hora de escoger tus tenis o snickers es esencial hacerte una prueba de pisada, con esto no te imaginas cuántos dolores te podrás ahorrar.
La cadencia: Este tema es un poco más complejo de entender, y no queremos que te confundas, quizá es en la escala de importancia uno de los últimos temas más importantes a aprender, pero básicamente se trata de la cantidad de pasos que damos por minuto, muy relacionado con la amplitud de la zancada.
El fortalecimiento, la movilidad y el estiramiento: Entre más fortalezcas tu tren inferior, tu zona “core” y tu tren superior, mejores tu flexibilidad y amplíes el rango de movimientos lograrás una mayor eficiencia.
