A primera vista pareciera no haber explicación lógica para que una persona, aparentemente sana y que cuida de su salud ejercitándose activamente, presente un accidente cardiovascular, cardiorrespiratorio o incluso muera de manera repentina sin que haya dado muestras previas de algún padecimiento o condición de salud.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, lo que ha ocurrido es que quienes han muerto desconocían que sufrían de una enfermedad silenciosa, potencialmente peligrosa.
La muerte súbita, explicada por especialistas, no es otra cosa que un ataque letal al corazón y se presenta por dos causas:
- Una miocardiopatía hipertrófica congénita, que es una enfermedad propia del corazón. Incluso muchos de quienes la tienen la desconocen.
- Condiciones cardíacas adversas propias de algunas personas.
El llamado es, entonces, a que si participas o deseas correr competencias de resistencia de larga duración como maratones, medias maratones, 15k o de menor distancia o practicar deportes de alto rendimiento, tengas en cuenta revisar de manera integral la forma cómo puedes prevenir no estar dentro de ese grupo de personas que, aunque es mínimo comparado con la cantidad que participa en estos eventos, puede sufrir un inesperado y fatal colapso. No cabe duda de que una sola persona que fallezca en una de estas actividades trae consigo una gran afectación para sus familiares y la comunidad en general.
Adicionalmente, existen otros factores que pueden afectar estos accidentes graves de salud como los infartos cardíacos, la deshidratación por pérdida de electrolitos, un aneurisma cerebral y las afecciones respiratorias como el asma; que se ubican entre las principales causas de muerte súbita en deportistas de alto rendimiento.
Tomar las medidas necesarias incluye desde nuestra perspectiva, como CORREMITIERRA, tener en cuenta ocho aspectos fundamentales:
- Autocuidado
- Historial clínico y familiar
- Acompañamiento especializado
- Exámenes preventivos
- Preparación
- Disciplina
- Mentalidad
- Señales de alarma
